El dormitorio de los niños es el lugar donde pasan horas y horas jugando o realizando diferentes actividades, tanto que acaba convirtiéndose en su lugar preferido, su rincón personal. Por ello, su habitación debe estar diseñada adecuadamente, consiguiendo el equilibrio y la armonía entre todos los elementos que la forman. Uno de ellos, y que resulta fundamental, es el color en los dormitorios infantiles.
El color es un gran aliado a la hora de estimular el carácter de un niño y es fundamental saber qué tonalidades le convienen más a cada uno. Entre los 3 y 5 años de edad, los niños ya diferencian los colores y empiezan a sentir sus efectos. Un color claro, suave, oscuro o más intenso que otro creará efectos diferentes según el carácter y personalidad de cada niño y tenemos que lograr que su habitación sea ¡el mejor lugar del mundo!
A continuación, te detallamos los diferentes colores para decorar una habitación infantil y su función.
Color blanco para habitación infantil
Las paredes blancas aumentan el espacio y lo hacen más luminoso. Si te parece demasiado aburrido, prueba a colocar vinilos removibles en la pared sin necesidad de volver a pintar o transformar toda la habitación en caso de querer cambiarla. Puedes ir jugando con temáticas diferentes cada vez: habitación de piratas, deportes, coches, etc. Lograrás un espacio único y personalizado, además son muy fáciles y rápidos de colocar.
Porque no todo es pintura. También existen infinidad de recursos para dar color a una habitación y hacerla única: textiles, mobiliario o detalles y accesorios decorativos, como nuestro Puppy inspirado en el famoso Dog Eames, el taburete Elefante de diseño inspirado en el famoso Elephant Eames o las sillas inspiradas en Charles and Ray Eames, piezas de diseño que aportarán un toque divertido a la habitación de tus hijos.
Color rosa para habitación infantil
El rosa es un color que invita la relajación, a la calma y al afecto. Los ambientes pintados con este color adquieren matices delicados. Gracias a un color claro en las paredes en tono rosa y un mobiliario que combina muy bien en blanco, logramos darle un aire entrañable y cálido a la habitación infantil.
Color azul para habitación infantil
El color azul en dormitorios infantiles siempre se ha asociado al género masculino, pero éste es un cliché aburrido y obsoleto. Estereotipos aparte, el color azul favorece la calma y la tranquilidad, por eso es ideal para conciliar el sueño y serenar a los niños.
Si te animas a pintar las paredes de color azul claro conseguirás una estancia agradable y relajada. También puedes optar por el color azul para los muebles o distintos elementos con los que decores el dormitorio.
Color verde para habitación infantil
El verde es otro color muy acertado para pintar y decorar un dormitorio infantil ya que inspira equilibrio, fomenta la armonía y posee una influencia calmante sobre el sistema nervioso. ¡Mete la naturaleza dentro de la habitación! Puedes combinarlo con tonos suaves y neutros, como el gris o el blanco.
Color naranja para habitación infantil
El naranja es un color que aporta mucha energía y vitalidad, pero ¡ojo! es muy estimulante por lo que debe ser usado con cierta precaución. Los colores producen diferentes sensaciones y efectos en los niños por lo que recuerda siempre evitar los colores que incentiven el desorden o la exaltación.
Te recomendamos introducir el naranja por ejemplo en elementos de mobiliario, en vez de en las paredes ya que puede llegar a saturarnos.
Color amarillo para habitación infantil
Es un color activo, optimista y estimulante. Despierta la actividad mental y por ello es buena opción para habitaciones de niños con poca concentración. Usa el tono pastel para estimular la actividad intelectual en pequeños con problemas de aprendizaje o fatiga mental. Puedes utilizar moderadamente el color brillante para imprimir alegría.
Color beige para habitación infantil
El beige es un color muy recurrente para todo tipo de dormitorios, también para la habitación de los más pequeños. Además el beige es un color neutro y suave, de modo que el dormitorio se verá espacioso y decorado a la vez.
Ten en cuenta que los colores neutros como blancos, cremas, tostados o grises muy claritos los puedes utilizar si la habitación es pequeña. Van a agrandar visualmente el espacio. El techo pintado de blanco o un tono más claro que las paredes aumenta la sensación de altura. También son una buena elección si buscas un ambiente sosegado que transmita paz.
Pero como hemos comentado, más allá de las paredes o los papeles pintados, existen infinidad de recursos para introducir un toque de color en una habitación infantil, como son banderines, ropa de cama, cojines, alfombras, estanterías, percheros, relojes, baúles, cajas de juguetes… Todos estos elementos aportan una buena dosis de alegría con la ventaja de que, cuando te canses del colorido, puedes cambiarlos sin renovar por completo toda la habitación.
El color también puede ser una buena idea para que los niños aprendan a ordenar. Puedes dividir espacios mediante el color y organizar sus libros, puzzles, peluches, etc cada cosa en su color. Además de ser divertido, ¡aprenderán jugando!
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